La CNDH se fractura por caso Iguala; alistan nuevo informe sobre Ayotzinapa
Escrito en 28 agosto 2020
La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa causó una pugna interna en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
José Martínez Cruz renunció ayer como director general de la Primera Visitaduría, en funciones del Visitador General de la CNDH.
De acuerdo con fuentes de la institución, tras conocerse la renuncia, Estrada Correa se reunió con los cuatro visitadores adjuntos que estuvieron en dicho caso, a quienes ordenó seguir con la elaboración del nuevo informe sobre la desaparición y tirar a la basura reportes que la Oficina Especial tardó años en realizar, y que han sido guía para investigadores y periodistas.
Empleados de la CNDH aseguran que estos cuatro adjuntos no están capacitados para redactar la recomendación y han hecho creer a las autoridades que conocen el caso a detalle. Además, dicen, se perfila que el documento se acomode a la “verdad verdadera” de esta administración.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se está dislocando debido a la pugna interna por el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, hace casi seis años: ayer presentó su renuncia el director general de la Primera Visitaduría en funciones del Visitador General de la CNDH, José Martínez Cruz.
De acuerdo con información de funcionarios de la CNDH, el motivo de la renuncia se debió a que el Secretario Ejecutivo de ese órgano autónomo, Francisco Estrada Correa —que en los hechos actúa como presidente de la CNDH—, le dio instrucciones para que les pidiera la renuncia a todos los que formaron parte de la Oficina Especial Para el Caso Iguala, y Martínez Cruz no quiso hacerlo.
En las oficinas de la Primera Visitaduría corrió la información de la renuncia y esperan ya nuevo personal. “Si tienen algo que concluir todavía mañana se firma”, enviaron mensajes para apurar cualquier trámite pendiente. En la misma oficina aseguraron que Martínez Cruz ya tiene sustituto pero no han informado quién es.
José Martínez Cruz fue nombrado en el cargo al que renunció a partir del 31 de agosto, el 17 de diciembre pasado a raíz de la renuncia de los titulares de las seis Visitadurías de la CNDH, que también causó un cisma en la institución.
Dentro de la CNDH se sabe que la relación de Martínez Cruz con Estrada Correa había sido de constantes desencuentros.
Que Rosario Piedra Ibarra, titular del organismo autónomo, nunca contradice lo que determina Francisco Estrada, sea lo que sea.
Ayer mismo, cuando se conoció la renuncia de Martínez Cruz, Estrada Correa se reunió con los cuatro visitadores adjuntos que estuvieron en el Caso Iguala.
Estrada les ordenó que siguieran con la elaboración del nuevo informe sobre el caso Iguala; que tiraran a la basura todo lo realizado por la Oficina Especial, incluyendo los informes, Estado de la investigación del Caso Iguala; Reporte de la CNDH en torno a indicios de la participación de la policía municipal de Huitzuco y de dos agentes de la Policía Federal en los hechos de la desaparición de normalistas en el Puente del Chipote de Iguala; Reporte de la CNDH en torno a los hechos y circunstancias en las que Julio César Mondragón Fontes, normalista de Ayotzinapa fue privado de la vida; Identidad de La Rana o El Güereque, presunto partícipe en la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa y la Recomendación 15VG/2018 por Violaciones Graves a Derechos Humanos en el Caso Iguala, que para muchos investigadores y periodistas ha sido una guía para poder seguir sus respectivos trabajos.
La elaboración de un nuevo informe sobre la desaparición de los 43 normalistas, ocurrida el 26 y 27 de septiembre de 2014, ya había sido anunciado por Piedra Ibarra. Lo hizo a principios de julio pasado, en distintas entrevistas periodísticas. Una en El Sol de México, donde Rosario Piedra dijo que a su llegada a la CNDH se retomaron las investigaciones del Caso Iguala; aludió que había temas confidenciales en los que no podía abundar, “pero vamos a emitir un reporte o si es necesaria una recomendación”.
Otra declaración similar, aunque más esclarecedora, la hizo Piedra en una entrevista para el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano. Ahí la titular de la CNDH dijo que había un equipo especial trabajando y que “se está por emitir un informe o recomendación que está solicitando la Fiscalía”.
La elaboración de ese nuevo informe, como lo ha ordenado Estrada Correa, será una tarea de gran complejidad; la investigación realizada por años por parte de la Oficina Especial de la CNDH fue extensísima; el material de los expedientes es voluminoso y esa fue una de las razones por las que Martínez Cruz no quiso despedir al personal, que sería indispensable para redactar un nuevo informe, ya que no hay personal que conozca el Caso Igual como ellos.
Ahora estos cuatro Visitadores Adjuntos encargados de la nueva recomendación, en realidad, dicen quienes trabajaron en el Caso Iguala, son burócratas del organismo autónomo conocidos como CNDHacheros, que tienen muchos años en la institución y su único mérito en el caso es que algunos de ellos viajaron el 27 de septiembre de 2014 al lugar donde se registraron los hechos de la noche de Iguala.
Los visitadores adjuntos que elaborarán el nuevo informe de Caso Iguala, en el pasado simplemente eran maquiladores: les encargaban buscar un documento o diligencia en el voluminoso expediente; salir a llevar oficios a dependencias, notificar, nada de capital importancia para los trabajos tan acabados que presentó en distintas fechas la CNDH. Desconocen la esencia de la recomendación.
Los cuatro visitadores que están redactando el informe o recomendación anunciado por Piedra Ibarra, según empleados de la CNDH, han engañado a los funcionarios del gobierno federal, haciéndoles creer que conocen el caso; que uno de ellos, incluso, escribió la recomendación de 2018, de más de dos mil fojas.
El eje sobre el que desarrollan el texto, según se conoció, versa sobre la tesis de que la Recomendación de la CNDH avala la verdad histórica del gobierno del presidente Enrique Peña y que ha sido el centro de las críticas.
En la redacción de este texto, según se perfila, están buscan en la recomendación de la CNDH lo que sirva y se acomode a la “verdad verdadera”; que podrían ser muchos elementos, salvo lo relacionado con el basurero de Cocula, que implica el análisis genético propuesto de 114 restos óseos localizados ahí, y aún no encuentran cómo sacarlos del escenario de este tema. Y también está el tema del móvil de los hechos, que implica, en todo caso, el involucramiento de los líderes estudiantiles de la normal de Ayotzinapa con el cartel de Los Rojos.
Aunque, dicen dentro de la CNDH, que tanto Piedra Ibarra como Estrada Correa están decididos a no dejar rastro alguno de la Oficina Especial y así poder adecuar y ajustar la postura institucional en el Caso Igual, de acuerdo al requerimiento de la “verdad verdadera” solicitado por la Fiscalía General de la República, y que se está construyendo a partir de encontrarle responsabilidad al Ejército en los hechos de la noche del 26 de septiembre y la madrugada del día siguiente de 2014.