«La pandemia acabará cuando el mundo elija acabarla. Está en nuestras manos. Tenemos todas las herramientas que necesitamos: herramientas de salud publica efectivas y herramientas médicas efectivas«, afirmó durante la inauguración de la Cumbre Mundial de la Salud que arranca hoy en Berlín.
Criticó, no obstante, que el mundo «no ha utilizado bien estas herramientas» y advirtió de que con casi 50 mil muertes a la semana, sin contar los casos no reportados, «la pandemia está lejos de acabar», y señaló que el objetivo establecido de vacunar al 40 por ciento de la población de cada país hasta finales de este año puede lograrse, pero bajo determinadas condiciones.
Así, pidió a todos los países con al menos el 40 por ciento de la población vacunada a «ceder su sitio en la cola de distribución de las vacunas» al mecanismo Covax y al Fondo Africano para la Adquisición de Vacunas (AVAT), impulsados por la OMS y la Unión Africana, respectivamente.
Además, urgió a los productores a priorizar y cumplir sus compromisos con Covax y AVAT, a una mayor transparencia sobre el destino de la vacunas y a compartir conocimientos, tecnologías y licencias y renunciar a los derechos de propiedad intelectual.
«Si hacemos esto, podemos acabar con la pandemia y acelerar la recuperación global», afirmó, al tiempo que subrayó la necesidad de fortalecer la arquitectura global sanitaria, compleja y fragmentada en la actualidad, para evitar que esto vuelva a ocurrir.
En este sentido, consideró que ha llegado el momento de un acuerdo o tratado internacional legalmente vinculante de preparación y respuesta. Al mismo tiempo apeló a la necesidad de una mayor financiación para resolver un ecosistema «insuficiente, ineficiente y desigual».
«El nacionalismo en la vacunación y el acaparamiento de vacunas nos pone en peligro a todos«, advirtió por su parte el secretario general de la ONU, António Guterres, en un videomensaje para la inauguración de la 13 edición de la cumbre.
Las vacunas son un triunfo, pero su reparto desigual es una tragedia: Guterres
Según Guterres, el «triunfo de las vacunas, desarrolladas y comercializadas en tiempo récord», se ha visto ensombrecido por la «tragedia de una distribución desigual». Al igual que Tedros, llamó a países y productores a cumplir sus compromisos y compartir conocimientos y subrayó la necesidad de una arquitectura que permita prevenir que los errores que se están cometiendo ahora se vuelvan a repetir.
«El covid-19 no será la última pandemia que enfrentemos, pero puede ser la última en la que fracasemos», dijo, y agregó que es «esencial» aumentar los recursos y la autoridad de la OMS.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que «la cooperación global es vital» y agregó que en estos meses los políticos y la ciudadanía han entendido que «únicamente soluciones nacionales no son suficientes para luchar contra una pandemia».
«Las amenazas a la salud transfronterizas necesitan respuestas transfronterizas», dijo, y subrayó la necesidad de mejorar la preparación y la capacidad de responder a crisis sanitarias de manera global.
El fundador y ex presidente de la Cumbre Mundial de la Salud, Detlev Ganten, por su parte, anunció la creación del Premio Virchow para Salud Global, al que podrán optar personas y organizaciones que hayan contribuido de forma significativa a mejorar la salud global y cuyo primer galardonado se conocerá en la edición del año que viene.
La cumbre reúne a partir de hoy y hasta el martes a 380 oradores tanto de forma presencial en Berlín como de forma virtual y a alrededor de seis mil participantes de todo el mundo.
Entre los principales temas de esta edición destacan las estrategias globales para la prevención y contención de pandemias, el papel de Alemania, Europa y la OMS en la salud global, la justicia en la vacunación y la crisis climática.
Retomado de Milenio
JPB