Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos

Escrito en 29 septiembre 2021


El Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos se celebra el 29 de septiembre gracias un decreto oficial establecido por la ONU y cuyo principal objetivo es evitar que los alimentos se desperdicien, ya que son un bien escaso, sobre todo, en aquellos países donde los índices de pobreza van en aumento cada día.

Lema 2021 contra el desperdicio de alimentos
El lema de 2021 es: «Pon fin a la pérdida y el desperdicio de alimentos. Por las personas. Por el planeta». Teniendo en cuenta que solo quedan nueve años para conseguir la meta de hambre cero, se pide a los gobiernos y a la sociedad en general acelerar los esfuerzos para reducir considerablemente el desperdicio de alimentos.

¿Qué hace la ONU para concienciar a la población sobre la pérdida y desperdicio de alimentos?

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), destaca que ya es hora de poner fin al hambre y la miseria de un gran número de personas a nivel mundial.

Sin embargo, esto no será posible si no se llevan a cabo medidas para evitar la pérdida de grandes cantidades de alimentos debido a causas naturales y también como resultado de las malas decisiones y prácticas llevadas a cabo por el hombre y que han dañado los recursos naturales, indispensables para la vida como el agua, el suelo, el aire, entre otros.

De acuerdo a este organismo internacional, es importante abrir y fortalecer los espacios de los que trabajan la tierra, es decir, los pequeños y medianos agricultores para generar una mayor producción de alimentos, que a la vez, contribuya a impulsar los mercados nacionales e internacionales para que los productos puedan llegar a muchas más personas de forma más equitativa.

Cada año toneladas de alimentos se pierden y desperdician por innumerables causas, de acuerdo al informe emitido por la FAO, por lo que urge aplicar políticas rápidas y eficientes para atacar este mal y al menos reducir esta problemática.

De acuerdo a los más recientes estudios llevados a cabo por los especialistas de la materia, se estima que 811 millones de personas no pueden cubrir una necesidad básica como es el derecho a recibir alimentos, una situación que se agrava cada vez más por la crisis económica que atraviesan muchos países en todo el mundo.

Por esta razón, uno de los objetivos primordiales que pretende atacar la Agenda del Desarrollo Sostenible en el año 2030 es el que concierne al hambre cero.

Sin embargo, el panorama no resulta muy alentador, debido a los últimos acontecimientos que atraviesa la humanidad como la repentina pandemia conocida como Covid-19 que ha agravado este problema.

Se estima que esta cifra de personas carentes de alimentos, podría duplicarse debido al virus, que ha provocado estancamiento de la economía mundial y con ello, una terrible recesión, sin dejar de lado otros problemas como las guerras y el cambio climático con sus lamentables consecuencias.

¿Qué puede hacer la población para evitar un colapso mundial por falta de alimentos?

El planeta entero ha sufrido una recesión económica, que ha provocado que el aparato productor se mantenga estancado, millones de personas han perdido sus empleos.

Por todo lo anteriormente expuesto, urge tomar medidas urgentes con la participación de todos los gobiernos, organismos internacionales y la población general a fin de evitar un colapso alimentario de magnitudes apocalípticas.

En virtud de minimizar los daños colaterales del Covid-19 y que la cadena de producción de alimentos no se detenga todos los países sin excepción deben tomar medidas urgentes.

  • Cubrir las necesidades alimentarias, empezando por los países más vulnerables, donde los índices de pobreza son más altos.
  • Mantener el comercio mundial de alimentos.
  • Darle prioridad y continuidad a los programas de protección social.
  • Mantener operativos los engranajes de las cadenas de suministro a nivel nacional.
  • Apoyar a los pequeños productores para que continúen trabajando en la producción de alimentos.

Además, el llamado Plan Mundial de Respuesta Humanitaria establecido por la ONU, trata de buscar los mecanismos para hacerle frente al virus, protegiendo a las poblaciones más vulnerables para que la crisis económica mundial no socave la producción alimentaria y provoque una verdadera hambruna.

El Banco Mundial de Semillas, un tesoro para la humanidad

El Banco Mundial de Semillas está ubicado en la región del Archipiélago Ártico, en Noruega donde se encuentran depositadas una gran variedad de semillas traídas de los cinco continentes y cuyo objetivo es asegurar la preservación de los alimentos de la población en caso de presentarse un evento cataclismo de grandes proporciones en todo el planeta.

Este lugar, llamado también «La bóveda del fin del mundo» se inauguró en febrero del año 2008 y alberga variedades únicas de semillas de África, Asía, Europa y América, entre las que se encuentra arroz, maíz, sorbo y trigo, así como una gran variedad de otras semillas, incluyendo las de uso medicinal.

La idea de su localización es preservar este tesoro de la humanidad en un lugar congelado a más de 150 metros de profundidad, con el fin de garantizar de que las instalaciones o depósitos de las semillas no sufran ningún tipo de daño como futuras inundaciones por el descongelamiento de los casquetes polares o la presencia de desastres naturales como terremotos, volcanes o radiaciones.

Sin duda, una sabia decisión, tomada por los gobiernos y organismos internacionales de todo el mundo con el único fin de preservar las distintas especies vegetales y animales, así como la supervivencia de la raza humana por muchos siglos más.


 


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