Para este evento, el mandatario y su esposa Jill Biden recibirán a mil personas entre personal militar y trabajadores esenciales con sus familias.
La tradicional exhibición de fuegos artificiales, que atrae a miles de personas al National Mall de la capital Washington y que se replica en todo el país, permitirá a Biden marcar lo que él llama «independencia de este virus».
Tras erigirse en el país con mayor número de muertes en términos absolutos, con más de 600 mil, Estados Unidos paso a ser un modelo en el control de la pandemia.
En efecto, las hospitalizaciones y decesos por covid-19 bajaron un 90 por ciento desde enero y logró reabrir en buena medida su actividad económica.
Así, el mensaje de Biden en esta celebración desde el jardín sur de la Casa Blanca destacará la diferencia de la situación lograda en el lapso de un año.
«Tenemos mucho que celebrar. Estamos mucho más avanzados de lo que creo que nadie anticipó en esta lucha contra la pandemia», dijo Jeff Zients, coordinador de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, a la cadena ABC.
No obstante, la Casa Blanca no alcanzó objetivo de que siete de cada 10 adultos estuvieran vacunados al menos con una dosis antes del Día de la Independencia, por lo que el júbilo se verá atenuado.
Quienes se oponen al evento de la Casa Blanca expresaron su preocupación de que las imágenes de fiestas en todo el país envíen un mensaje equivocado, cuando solo 46 por ciento de los estadunidenses está completamente inoculado y en momentos en que circula la variante Delta del virus, altamente contagiosa.
Los funcionarios de salud pública destacaron que en zonas rurales del país los hospitales están comenzando a llenarse nuevamente, especialmente en Utah, Missouri, Arkansas y Wyoming.
Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, declaró a la cadena NBC que las personas no vacunadas ahora representan el 99,2 por ciento de las muertes por covid-19.
La celebración será otra oportunidad para que Biden hable sobre las perspectivas económicas del país mientras siguen las negociaciones entre el gobernante Partido Demócrata y el Republicano para un proyecto de infraestructura. Dentro del oficialismo hay un tenso debate sobre un paquete de gastos mucho más amplio, que no cuenta con el apoyo de los legisladores de la otra fuerza.
Retomado de Milenio
JPB