Cómo localizar las áreas reflejas del pie en reflexología
Escrito en 16 junio 2021
Sabemos que la técnica de la reflexología consiste en masajear haciendo presión en una zona del cuerpo para actuar sobre otra zona. Por ejemplo, en el caso de la reflexología del pie (también llamada reflexología podal y que es la más conocida) podemos masajear una zona del pie para aliviar un dolor de estómago, por ejemplo. Este tratamiento “a través de la distancia” desde el pie, es lo que en reflexología llamamos zonas o áreas reflejas.
En este post vamos a tratar estas áreas, dónde se encuentran y cómo localizarlas.
Vamos a ver a continuación cuáles son las áreas reflejas que nos encontramos en el pie. Estas áreas las vamos a dividir según miremos el pie desde debajo (planta del pie), desde el interior del pie o desde el exterior.
Áreas reflejas en reflexología podal en la planta del pie
Si miramos la planta del pie de arriba abajo nos encontramos las siguientes zonas. Fijémonos que la distribución de las zonas de la planta del pie es la misma que la distribución de nuestro cuerpo, de forma que la parte superior plantar se corresponde con la parte superior del cuerpo humano:
- Área de la cabeza y el cuello: Esta zona se encuentra en todos los dedos de los dos pies, incluyendo también las articulaciones de los dedos.
- Área del pecho: Es la zona de debajo de los dedos, desde los dedos hasta que empieza el puente de la planta del pie. Es la zona que llamamos “bola” de la planta del pie.
- Área de la cintura: Es la zona en donde el pie se vuelve más estrecho, en analogía con la cintura humana, y se correspondería con toda la zona del puente.
- Área de la pelvis: Es la zona más inferior de la planta del pie, y que se correspondería con el talón.
Áreas reflejas en reflexología del interior del pie
Si miramos el pie en su parte interna, desde los dedos hasta el talón, nos encontramos las siguientes áreas:
- Espina dorsal y columna vertebral: Desde la punta del dedo gordo hasta el final del talón recorriendo todo el interior del pie. Fijémonos que si reseguimos esta línea nos encontramos distintas curvaturas que se corresponden con las mismas curvaturas que la columna.
- Área del pecho: Justo debajo de los dedos y antes de que empiece la zona del empeine.
- Área del sistema limfático: Esta es la zona que llamamos del empeine (siempre teniendo en cuenta que estamos en la zona del interior del pie)
- Área de la ingle: Es una franja que se encuentra entre el tobillo y el empeine por la parte interior del pie y se dirige hacia el talón.
- Área de la vejiga: Se encuentra debajo del área de la ingle y es la zona de después del “puente” que forma como un montículo huesudo.
- Área del nervio ciático: Es una franja vertical en la parte interior del pie, que sale desde la parte más inferior del talón y sube hacia arriba hasta llegar casi al tobillo.
Áreas reflejas en reflexología del exterior del pie:
- Área del pecho: Es la franja que se encuentra debajo de los dedos antes de empezar el empeine.
- Área del hombro: Pequeña zona que queda debajo del área del pecho justo en la zona del dedo pequeño.
- Área del sistema limfático: Toda la parte del empeine hasta llegar al tobillo.
- Área del codo: Es la pequeña zona que queda debajo del área del sistema linfático y después del área del hombro hasta llegar a un hueso que se encuentra en la parte exterior, inferior y media del pie (más o menos en la mitad del puente).
- Área de la cadera: Este área empieza justo después del hueso citado en el área del codo (que se encuentra en la mitad del puente aproximadamente) y llega hasta la mitad del talón.
- Área de la rodilla: Justo después del área del nervio ciático desde la parte medial del talón hasta el final.
- Área del nervio ciático: Es una franja vertical que va desde la parte inferior media del talón y sube hacia arriba.
- Área de la ingle: Es la franja horizontal de la zona del tobillo.
Estas áreas o zonas nos servirán para saber a “groso modo” con qué zonas del cuerpo humano se corresponden las zonas de los pies y son la base para empezar con la reflexología podal. A partir de aquí podemos profundizar más y conocer qué órganos hay dentro de estas áreas y dónde están situados exactamente.
Una buena práctica para empezar con la reflexología podal es intentar localizar estas zonas en nuestro propio pie e intentar interiorizarlas, “memorizarlas”.
Tomado de Deustosalud