Recuperación económica ante covid-19 tardará hasta 10 años: Banxico

Escrito en 8 octubre 2020


 

Aunque en junio y julio se registró una mejoría, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) estima que la recuperación económica será difícil y prolongada y está sujeta a incertidumbre, podría durar de dos a seis años, o incluso hasta una década si se considera el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, en un contexto en el que es probable que la pandemia del covid-19 dure más tiempo y la inversión está deprimida y, factores como los plantones, la inhiben aún más.

De acuerdo con la minuta de la última reunión de política monetaria, cuando la Junta de Gobierno decidió disminuir la tasa de interés de referencia de 4.5 a 4.25 por ciento, la mayoría destacó que el consumo y la inversión siguen mostrando atonía y, en esta última, hay un entorno poco propicio para la inversión privada.

“Plantones continuos, la tomas de infraestructura ferroviaria y de casetas de peaje, el resurgimiento del robo de combustible y el aumento en la inseguridad desalientan la inversión privada necesaria para un crecimiento económico sostenido”, señaló uno de los miembros de la Junta de Gobierno.

Otro agregó que la falta de un apoyo fiscal suficiente aumentará el riesgo de daños de largo plazo en el aparato productivo, especialmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas, apuntó que este entorno, combinado con un ambiente de negocios desfavorable, limitará la recuperación de la inversión, uno más resaltó que una política adversa a la inversión privada comprometerá aún más el crecimiento potencial.

Con respecto al consumo, uno de los miembros señaló que en agosto algunos indicadores de consumo se ubicaron en niveles cercanos a los previos a la pandemia, mientras que otros, como las compras con tarjeta de crédito o las ventas internas autos, permanecen deteriorados; no obstante, otro destacó que las remesas, que son un determinante del consumo, siguen expandiéndose, aunque con un comportamiento heterogéneo entre estados emisores y receptores.

En este contexto, la Junta de Gobierno del Banxico señaló que hay riesgos para la actividad económica y destacó las implicaciones sobre la actividad productiva derivadas de la evolución de la pandemia.

Específicamente, uno mencionó que existe una alta probabilidad de un rebrote en el corto plazo, vinculado principalmente al relajamiento de las medidas de confinamiento, situación que podría complicarse ante el inicio de la temporada de influenza estacional y añadió que es poco probable que aún con la disponibilidad de una vacuna, haya una recuperación que de manera relativamente rápida compense la contracción observada en 2020.

Advirtió que la recuperación del consumo será más lenta dado un desempleo elevado, temores de contagio del virus y la ausencia de un apoyo fiscal suficiente. Otros riesgos se relacionan con que se prolonguen las afectaciones en la producción de bienes y servicios y en los ingresos de empresas y hogares; y que se presenten episodios adicionales de aversión al riesgo en los mercados financieros.

Otros riesgos son las presiones en los ingresos públicos que pudieran afectar las perspectivas del riesgo soberano y las condiciones de acceso a los mercados financieros; la situación de las finanzas públicas, especialmente por el apoyo que pueda requerir Petróleos y Mexicanos (Pemex); y problemas de solvencia en hogares y empresas afectados por la pandemia.

En este sentido, algunos subrayaron la necesidad de monitorear las reestructuras de cartera crediticia al amparo de los criterios contables especiales ante el fin de su vigencia, debido a que estas podrían tener implicaciones para la estabilidad financiera.

Resaltaron los riesgos sobre la capacidad de pago de los hogares y empresas más afectados por la pandemia y uno destacó también los potenciales retos para el sistema financiero conforme la crisis se refleje con mayor fuerza en la solvencia de algunas empresas.

Así, todos destacaron las fuertes afectaciones en el mercado laboral. Aunque uno enfatizó que este mercado ha comenzado a normalizarse paulatinamente, otro especificó que a pesar de la mejora, 5.4 millones dejaron la fuerza laboral de marzo a julio y agregó que los empleos creados a partir de mayo se han concentrado en el sector informal.

Uno más indicó que como consecuencia de lo anterior y del aumento en el subempleo, se observa una pérdida en la calidad del trabajo con personas que han regresado a sus empleos percibiendo salarios menores y agregó que existen efectos diferenciados por género.

A pesar de que la inflación ha superado el nivel de 4 por ciento, la Junta de Gobierno del banco central anticipa que converja a la meta en el horizonte en el que opera la política monetaria. En el horizonte de pronóstico de 12 a 24 meses se anticipa que las inflaciones general y subyacente se ubiquen alrededor de 3 por ciento.

La mayoría comentó que se han registrado ingresos moderados de capital extranjero y algunos agregaron que el riesgo soberano ha mejorado, pero se mantiene por encima de su nivel de principios de año. Uno detalló que el mercado bursátil disminuyó en línea con la tendencia global y las condiciones de operación permanecen deterioradas.

No obstante, uno destacó la mejoría en las condiciones del mercado de renta fija y comentó que los mercados financieros seguirán mejorando conforme se avance en la recuperación, aunque no se descartan episodios de volatilidad. Otro destacó que el riesgo de episodios de turbulencia propiciados por factores internos o externos sigue latente, como lo muestra la experiencia reciente con el tipo de cambio.

El Banco de México considera que el Paquete Económico 2021 representa una continuación de la política de los dos años previos, con un énfasis en un manejo austero de las finanzas públicas y en una orientación del gasto hacia programas prioritarios de la administración. Uno subrayó el modesto aumento propuesto para el gasto en salud y la caída en la inversión pública a su nivel más bajo en 20 años.

Enfatizó que la asignación de recursos y la rentabilidad social de los proyectos que se prevé financiar comprometerán aún más el crecimiento potencial del país y algunos resaltaron el riesgo que representa el agotamiento de los recursos de los fondos de estabilización para 2021. Argumentaron que algunos de los supuestos en los que descansa el paquete podrían no materializarse, destacando los relacionados con la evolución de la producción de petróleo y la actividad económico.

Otro enfatizó la necesidad de considerar una reorientación del gasto gubernamental y fortalecer de manera permanente los ingresos públicos.

 


Tomado de Milenio

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