Carpe Diem | Hágase la democracia en los bueyes de mi compadre

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Carpe Diem

Manolo Victorio

Hágase la democracia en los bueyes de mi compadre

 

La mujer es voluble, cual pluma al viento,

cambia de palabra y pensamiento.

Siempre su amable, hermoso rostro,

en llanto o risa, es engañoso.

Un piquete de capacitadores electorales se refugia del sol perpendicular en la sombra de un almendro, sobreros grises de lona, gafetes en ristre del Instituto Nacional Electoral, chaleco rosa, mochila negra, se refrescan con aguas de horchata compradas en el camellón de una calle en el fraccionamiento Hacienda Sotavento, en el Puerto de Veracruz.

El ciudadano los ve desde un resquicio de su ventana, apenas por una pequeña abertura de la cortina. Un hombre del grupo de capacitadores deja la sombra del árbol y toca a la puerta. Le abren.

¿El señor Juan Pueblo Bueno de la Perpetua Esperanza del Sagrado Corazón de Jesús?

— Sí, soy yo. Juan; pero sí es para ir el domingo de la elección a chutarme tres días de vueltas sin ganar nada, no le entro—, responde sin margen de negociación el casahabiente.

Una historia que se repite hasta el agotamiento de la jornada en los 300 distritos electorales del país.

Hágase señor la democracia en los bueyes de mi compadre.

El desánimo ciudadano, la apatía social pese a la andanada de 96 spots al día transmitidos en radio y televisión abierta.

Nadie quiere darle algo a la devaluada democracia.

En el municipio de Emiliano Zapata, gobernado por Morena, una capacitadora del partido platica con desanimo respecto a la reacción de la militancia, convocada por ese partido para nutrir sus ejércitos de representantes de casilla (RC).

— Ahora para ser RC quieren dinero, cuanto nos van a dar preguntan sino no quieren participar, dicen que es lo mismo que el PRI —

El análisis de una fundadora del movimiento, resume que la gente, los militantes, seguidores, simpatizantes o adherentes del morenismo, están enojados por una invasión silenciosa de priístas a las filas de Morena, osmosis que ya les permite en este proceso electoral, competir por un puesto de elección popular.

Eso irrita a la base social de Morena.

Otro elemento que sembró la discordia y que estalla en reclamos abiertos es que los luchadores que emergieron del anonimato y que saltaron al funcionariado o al legislador, llegan ahora en camionetas Suburbans, Jeep Grand Cherokee o GMC Sierra, desdeñando, humillando a la militancia que se partió el lomo para que Morena llegara al poder.

— Morena tiene representación por Andrés Manuel, y ese es lo que temen los morenistas de abajo, que al salir la figura de AMLO se caiga el movimiento, el problema es que la gente ya no quiere caminar ni participar, porque ya no lo ve como un cambio como se lo vendieron antes del 2018 —, resume.

Es decir, la apatía, el desgano no sólo permea entre la ciudadanía común y ordinaria como usted o un servidor, sino que se extiende a los partidos políticos que no quieren incentivar la participación de su militancia en la defensa del voto libre en las más de 11 mil casillas que se instalarán en Veracruz

La doctora y docente de nuestra querida Facico, Guadalupe Mar escribió esta semana en su Mira Política, que los capacitadores electorales batallan en el convencimiento los “casi 100 mil ciudadanos que resultaron insaculados (seleccionados) para ser funcionarios de casilla en la próxima elección del domingo dos de junio”.

Los argumentos más socorridos, escribe la maestra Mar: “estaré de viaje ese día”, “se casa mi hija en esa fecha”, “tengo programada una operación”, “los domingos de la familia” y la más socorrida “yo andaré vigilando que no se roben los votos”, son entre otros los argumentos evasivos de gran parte de los insaculados para justificar su negativa a ser funcionarios de casillas el domingo dos de junio”.

Y en este ejercicio de pesimismo activo, ojalá haya un despertar de conciencias, una oleada de civismo, un viaje al interior de nuestro yo ciudadano, en pro de la jornada del domingo 2 de junio.

Que seamos nosotros, los ciudadanos, quienes vigilemos la sevicia de los partidos políticos de darse un opíparo banquete que triquiñuelas el domingo 02 de junio.

No hay que la democracia sea veleidosa.

El lunes 3 de junio nadie podrá gritar, al ladrón, al ladrón, si nos quedamos en casa.

La democracia exige sacrificio, un día de convivencia cívica con los vecinos que acuden a votar.

… de otro costal.

El PRI languidece, fracasa en su intento de recomponer los pedazos rotos de una grandeza ida.

En Coatzacoalcos, una ponencia de Beatriz Paredes Rangel en los Diálogos Ciudadanos no alcanzó ni los cincuenta oyentes.

La Fundación Colosio no pudo llevar ya no digamos militancia sino concurrencia a escuchar a una mujer que de política sabe y mucho.

Una llamada de alerta para José Francisco Yunes Zorrilla en esta agónica intercampaña.

El 31 de marzo deberán mandar señales de triunfo.

Lo sucedido en Coatzacoalcos es una muestra de derrotismo anticipado.

Para ser, hay que parecer, dicta el manual.

Crisóforo Hernández Cerecedo no pudo. Le falló hasta el micrófono.

Cuidado.

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En el residencial Las Palomas, los habitantes están contentos por el inicio de las campañas federales.

Por fin se fue de ahí un personaje que un día se apareció como propietario de dos lotes donde edificó dos residencias al mismo tiempo.

Una para él, otra como casa habitación para la ayudantía.

Dicen los vecinos que ojalá gane la diputación para que no regrese jamás a Xalapa.

 

 

 

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