“A ningún inversionista privado se le va a despojar de un título de propiedad o título de dominio sobre activos o cualquier otro bien patrimonial, y es por eso que nada podrá poner en crisis la legitimidad jurídica internacional de la iniciativa presidencial”, puntualizó.
Por ello, Mier sostuvo que “constituye una auténtica falacia y una gran mentira afirmar que hay expropiación directa o expropiación indirecta en la reforma”.
Subrayó que en el capítulo 14 del T-MEC, referente a las inversiones, existe una definición aceptada por México, Estados Unidos y Canadá para emitir regulaciones internas con objetivos legítimos como la defensa y preservación del bienestar público.
“No hay una prohibición de hacer adecuaciones a la Constitución y lo anterior se refuerza con esta disposición del capítulo 14, donde México tiene plenitud de atribuciones y facultades para emitir una regulación interna con el fin de preservar el bienestar público, el interés general, y se señala que, al amparo de esta atribución, cuando la ejerza alguno de los Estados integrantes de la zona norteamericana de libre comercio, no califica como expropiación”, dijo.
El también presidente de la Junta de Coordinación Política en el Palacio de San Lázaro remarcó que, conforme al capítulo octavo del acuerdo comercial, el Estado mexicano se reserva su derecho soberano de reformar su Constitución y la legislación interna en materia energética.
“Frente a eso, no cabe duda que tenemos una propuesta presidencial claramente investida de legitimidad en términos de la normatividad del tratado trilateral de la zona norteamericana de libre comercio”, indicó.
Por lo anterior convocó a los detractores de la reforma eléctrica a leer a fondo la iniciativa presidencial y con absoluta certeza y rigor de honestidad: «(Sepan que se encuentra) genuina, absoluta y categóricamente alineada a las reglas y compromisos asumidos por México con otros países”.
Señaló que la reforma propuesta por el Ejecutivo Federal permitirá corregir todo aquello que se hizo de manera facciosa con la reforma energética de 2013: «Cuya aprobación se dio a costa del beneficio de los mexicanos para favorecer a un grupo político y empresarial que hoy claramente ve afectados sus intereses”.
“Nos resta invitar a todos los involucrados y a quienes sientan afectados sus intereses a debatir y argumentar. No estamos cerrados al debate de ideas, pero siempre vamos a defender el interés general de la nación”, concluyó Mier.
Retomado de Milenio