Más claro…Sara Ladrón de Guevara se quiere auditar, pero ella misma
Escrito en 16 enero 2020
Por Felipe Mendiola Parra
En palabras claras y llanas, la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara se quiere auditar, pero ella misma, sin la intervención de un auditor externo.
A ver cómo está eso, que con necedad extrema se está defendiendo a través de declaraciones en diversos medios de comunicación.
El presupuesto que maneja la Universidad Veracruzana se lo otorga el Gobierno del Estado, lo aprueba el Congreso local y sencillamente esos recursos deben ser bien aplicados y un auditor tendría que determinar si los procedimientos fueron los adecuados, pero la rectora se niega.
Eso tiene un tufo de materia descompuesta, porque incluso la funcionaria puso como ejemplo a la universidad del estado de Hidalgo, donde el auditor es interno y así ha funcionado esa institución.
Sara Ladrón de Guevara insiste en que está de acuerdo en que se practiquen todas las auditorías necesarias, pero con un contralor interno y si éste detecta algunos manejos inadecuados sirva para orientar de como proceder para corregir esos errores.
La idea es tener una autonomía total, sin la interferencia de externos, pero con lo estricto que viene la Cuarta Transformación sencillamente no coinciden esos criterios con lo que enarbola Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez.
La rectora espera que la 65 Legislatura local apruebe el anteproyecto de Ley Orgánica para que el contralor interno sea nombrado por la propia autoridad universitaria y el Consejo General Universitario.
Parece que dijera quiero ser autónoma, pero que el gobierno me siga proporcionando el dinero que se necesita para el funcionamiento de la máxima Casa de Estudios.
Decir que no goza de la simpatía del gobernador Cuitláhuac García Jiménez sería abusar y especular, pero es muy fácil observar que la tendencia que política que manifestó Sara siempre fue hacía el color azul y si muchos nos acordamos de esos, seguramente los morenos también lo recuerdan.
Tener funcionarios a modo se fue quedando en el olvido y no es posible que de nueva cuenta se vuelvan a presentar esos escenarios del pasado, así es que la monedea está en el aire y solo se espera la definición de los diputados locales para que después se proceda en consecuencia.
Si las cuentas están bien elaboradas, si se aplicaron debidamente los recursos y no en campañas políticas, pues no hay nada que temer y dejar que los expertos procedan a revisar esos dineros que finalmente son de los veracruzanos y no específicamente del gobierno estatal. Más claro ni el agua.
JPB